Hernán Pérez se ubica entre los valles de los ríos Árrago y Tralgas, sobre unas redondeadas lomas a los pies de la sierra del Moro.
Los bosques de pinos y monte bajo pueblan las partes altas de las sierras que en el llano se transforma en dehesa con rodales de robles o encinas surcadas por arbolado de ribera. Junto al pueblo el olivar coge el testigo de la dehesa ocupando la mayor parte del terreno.
En su trama urbana destacan los ejemplos de su arquitectura tradicional donde aparece el uso del tapial.
Son interesantes la Iglesia de Santa María Magdalena del siglo XVI, la Ermita del Cristo de la Paz, el Centro de Interpretación del Aceite, los Dólmenes y su piscina natural.